"La poesía surge de algo más profundo; está más allá de la inteligencia"

 

Jorge Luis Borges (1899 - 1946) poeta argentino    

DÉCIMAS VI

 

DESNUDOS

 

La noche me ha desnudado

 tras sus íntimas mamparas

 (como si lo adivinaras

 te desnudas a mi lado).

El ensueño es afiebrado

motivo para otra vez

 y mientras la insensatez

se condensa como un nudo

sigo entre sombras, desnudo,

velando tu desnudez. 

 

 

PIES CANSADOS

 

Pasan con sus pies cansados,

 como arrastrando el asombro

 del tiempo, cuelgan del hombro

 su reuma, de los costados.

Ellos nos dejan tatuados

 genéticos parecidos

y esos rasgos concebidos

le harán saber al espejo

 que el joven es solo un viejo

con los dolores dormidos. 

 

 

RÉQUIEN POR LOS ABUELOS 

 

La noche del tiempo existe

 en un tatuaje de abuelos

que eterniza sus desvelos

y en algún cuento persiste.

Es la memoria que insiste

hurgando en un trazo grato,

 que le inventa otro relato

a la magia del amor

 cuando alegría y dolor

se mezclan desde un retrato.

 

El asomo de la casa

les guarda la tradición

 y hasta el menú del fogón

parece exhibir su brasa.

La moral que no es escasa

 se afianza a los mismos vuelos

y aunque estrenan los anhelos

nuevas formas de volar

nada deja de exaltar

 la vida de los abuelos. 

 

 

LA CALLE

 

La calle donde el apuro

 deja voces de tacones

y el mirar de los balcones

 parece ser más seguro.

 La calle vistiendo un muro

 con risas adolescentes,

exhibiendo los pendientes

 de sus muchas luminarias,

cruzando las centenarias

 estructuras de sus puentes. 

 

 

CICATRICES

 

Los años, siempre los años,

atrapando los recuerdos,

nutriendo lados izquierdos

de amores y desengaños.

 El tiempo que aviva extraños

 sentimientos y matices

(trances tristes y felices

que conviven con la gente),

ese que no se arrepiente

 de fabricar cicatrices. 

 

 

DELINCUENTES

 

Afuera llueve, se moja

 el filtro de la mirada,

tras la ventana empapada

el recuerdo nos despoja.

Con la lluvia, la congoja

se refugia en los alientos.

Llueve afuera y por momentos

se van vaciando las mentes,

las gotas cual delincuentes

nos roban los pensamientos.

 

 

AJENA

 

Busca la brecha, insinúa

el palco de la mirada,

 una palabra ensayada

 le acerca o le desvirtúa.

 Y el ritual se perpetúa

para la gloria o la pena

 (inventiva de faena

que se olvida del entorno)

cuando la sed del soborno

busca a la mujer ajena. 

 

 

TIBIEZA

 

La tibieza es un pecado

bajo el filo neuronal,

 una falta espiritual

del pudor que se ha plegado.

 La tibieza es un vaciado

 que nos secuestra la mente

como reparo insipiente

 que se deja seducir

 y es intención sin vestir

en la amplitud de la frente. 

 

 

NOCTURNIDAD

 

Eyaculaba la noche

y su esperma se mecía

sobre la expresión sombría

donde se acentuaba un broche.

 Pronto se expandió el derroche

 del tiento de la humedad

 y al pulsar la gravedad

 en la preñez del rocío

 hubo como un parto frío

 desde la nocturnidad.

 

 

SIMULACIONES

 

Simularé que el olvido

me está borrando tu asomo

y que el hilo del aplomo

me cose cada latido.

 Creerás anda perdido

todo tu recuerdo en mí

y que de andar por ahí

traigo la pasión vencida

aunque por toda la vida

 siga yo pensando en ti. 

 

 

REMIENDO

 

Le reitera su promesa

 sin que le importe el tamaño

del tiempo, parece extraño

 revivir lo que regresa.

 Le toca con la sorpresa

 el rostro a la admiración

 y vuelve a ser obsesión

de su nostalgia el remiendo

 cuando repone zurciendo

 la misma antigua ilusión.  

 

 

MIRANDO SOBRE EL MURO

 

La fantasía es un muro

 sobre el que la magia mira.

El alma febril se admira

cuando atisba lo inseguro.

Del otro lado un conjuro

de falsas, sin la verdad:

sus monstruos, la sequedad,

 las aves del purgatorio,

el placer de lo ilusorio

y a veces, la libertad.

 

 

FALSEDADES

 

La familia y los amigos

no siempre son de verdad,

 a veces la oscuridad

nos tienta con desabrigos.

Hay días que son testigos

de maldades y traición

y entonces la decepción

sabe del que no se afilia:

familia que no es familia

y amigos que no los son.

 

 

LLUVIA DE ABRIL 

 

Abril despeina la copa

adolescente del pino,

mientras la sed del camino

cubre de lodo a su ropa.

La nube de abril galopa

la pradera celestial

y el asombro matinal

abre las fauces al viento

para que nazca su aliento

de otro parto inmaterial.

 

Abril le besa la frente

al sueño de la mañana

y poco a poco desgrana

su nubosidad creciente.

Abril regresa a la mente

alimentando recuerdos

y son sus trances izquierdos

reductos de poesías

que habitan las gotas frías

de sus aguaceros lerdos.

 

 

REBELDE

 

En el alma literal

no le cabe la censura

 (es como la gris sutura

de una atadura virtual).

Su persistencia vital

se yergue ante la amenaza,

resiste todo, desplaza

 su epíteto de indefenso

 y se va mostrando inmenso

a pesar de la mordaza.  

 

 

ANACRÓNICO

 

Tu edad trocaba a mi edad

desnudándome la mente,

queriendo tender un puente

 donde anclar otra verdad.

La sed de la eternidad

 fue tortura para mí,

hasta que al fin entendí

que tu edad era un ataque

y el juicio del almanaque

me fue apartando de ti.

 

 

PENA ETERNA

 

El adiós cerró la puerta

a mi sonrisa, crecieron

los temores que le dieron

a la fe tu ruta incierta.

Mi ciudad quedó desierta,

incapaz de descifrarte

y así, sintiendo el aparte

 de una soledad sin nombre,

lloré esa pena de hombre

que nunca pudo encontrarte.

 

 

FANTASÍAS SENILES

 

Sabe del recuerdo escaso

quien peina la senectud

y falsea la virtud

para asombrar al ocaso.

Combina logro y fracaso

 para hablar de su alborada

 proyectando en la mirada

pulsos de falsa retina,

porque el mismo se fascina

 de una vida mal contada. 

 

 

MI MIEDO

 

Le temo a la insinuación

 desaforada del susto,

 aquel que con tiento augusto

desata más confusión.

El pánico sin razón

es más fuerte que mi credo,

de modo que luego quedo

doblegado por sus artes

inventando en todas partes

 el motivo de ese miedo.

 

 

MUTISMO

 

Sin palabras, tan callada

que tu mutismo me aterra

(duda de amor que se aferra

a una pasión sentenciada).

Como que hueles a nada

hueles a ajeno Cupido.

Es tu omisión el sentido

que especula algún tal vez

e intuyo por tu mudez,

con el silencio, al olvido.

 

 

EL GRITO DE LA PORTADA

 

Que sorda suena la casa

 sin el grito del portón,

 sin su vieja percusión

 ante la llegada escasa.

La memoria le repasa

 los sonidos al recuerdo

y le nace del izquierdo

 sentimiento algún trastazo,

como reviviendo el brazo

 del portón, pero más lerdo. 

 

 

ADULTERIO

 

Las alas del adulterio

 saben más de fantasías,

alardes de poesías

saturadas de misterio. 

La creación es criterio

adosado al gesto infiel

 aunque abrace en forma cruel

la sospecha del engaño

 pues no repara en el daño

 cuando disfruta de aquel. 

 

 

MAGIA NEURONAL

 

Hay un amor neuronal

desabrochando las ropas,

 inventando que galopas

en mi gozo sagital.

Es en la emoción virtual

 donde dejo de ser cuerdo

 y poco a poco me pierdo

 degustando ese placer

 que solo puede ofrecer

 la magia de tu recuerdo.

 

 

TIMIDEZ

 

Hurgabas en mis sonrojos

 con insinuar de pezones,

detallando en oraciones

 el asombro de los ojos.

Despertabas mil antojos

vaciando tu intrepidez,

 y luego la ingravidez

de las manos, sin reparos,

 gastaban en tus descaros

mis dosis de timidez.

 

 

BÉCQUER

 

Bécquer se nos aparece,

es un verso en la premura,

 una golondrina oscura

que vuelve y se desvanece.

Su visión se nos ofrece

 tras esa rara energía

y es sol de la fantasía

que, al tatuarse en la expresión,

le confiesa al corazón

 a quién llama poesía.

 

Bécquer se asoma un instante,

vuelve al alma de la noche

para descorrerle el broche,

es como un himno gigante.

Pasa su verso mutante

tras la nube de dolor

y queda allá, el trovador,

perpetuo hasta el infinito

junto al yelmo de granito

con yedra a su derredor.

 

 

ME MUERO…

 

Aflora la negación

 del beso, parece loca

la negativa en tu boca

 sentenciando a mi ilusión.

La voz de la obstinación

es tiempo que no supero.

Y por el beso que espero

 seré feliz si lo entregas,

pero si el beso me niegas:

¡Me muero! ¡Me muero! ¡Muero!

 

 

EMIGRANTE

 

Era novia de su tierra,

 del río, de todo el valle

y su talle era aquel talle

que más amaba la sierra.

Se fue como quien destierra

el morbo del horizonte

y al partir huyó del monte

su gozo y en el camino

 se escuchó el más triste trino

 que haya cantado un sinsonte.

 

 

DECADENCIA

 

Le miente la juventud

con voz de inmortalidad

(ajena a la brevedad

solo existe la virtud).

La vida como un alud

pasa cambiando la suerte

y el cuerpo, que fuera fuerte,

admite su desengaño

cuando siente el aledaño

vaticinio de la muerte.

 

 

ALMAS DICHOSAS 

 

Se nos fuga. El tiempo pasa.

Ya se reitera febrero,

 bajo el tenaz aguacero

la vida nos sobrepasa.

Solo nos queda la casa

con su mística ruinosa

 y el tiempo que nos acosa

sigue empeñado en matarnos

aunque febrero al juntarnos

nos deje el alma dichosa.

 

 

CUÁNTICA

 

Despabilaron las puertas

con obsesión de tendones,

colmando de humillaciones

las proyecciones inciertas.

Se vieron sus almas muertas

alentando al gris conjuro.

Pareció ser más impuro

 el gesto de las guadañas

cuando con formas extrañas

se escurrieron sobre el muro.

 

 

CALLADO

 

La playa supo del roce

de tus manos y mis manos,

 de simulados desganos

 en la ingravidez del goce.

Luego el tiempo que descose

vació lo que no expresé,  

pues a pesar que te amé,

razón que siempre sentencio,

me asocié con el silencio

y de amor nunca te hablé.

 

 

VERDAD Y MENTIRA

 

Falso es el trance vital

 que anima la defunción

donde muerte y vida son

partes de lo existencial.

De tal manera es virtual

el destino como suerte

cuando junta un cuerpo fuerte,

 en torno a su gris partida,

 la mentira de la vida

 con la verdad de la muerte.

 

 

EXAGERACIONES

 

Exagera el aprendiz

queriendo engendrar la luz

 como exagera la cruz

la penitencia al desliz.

Exagera el que feliz

de la vida se hace dueño,

el que siendo muy pequeño

se jacta de su grandeza

y el otro que, sin cabeza,

piensa en fabricarse un sueño.