DÉCIMAS I

"La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos."

 

Juan Ramón Jiménez (1881-1958) Escritor español.

La mayor parte de lo que escribo lo hago en octosílabos. No soy repentista, pero mi poesía está muy influenciada por hacedores orales

de la décima espinela.

Mi encuentro con la espinela, en apariencia inducido, pudo tener sus conexiones con algún influjo ancestral.

La décima es como el asidero a la cultura de mis predecesores y a las manifestaciones propias.

 

 

A CARILDA

 

Carilda me subyugó

con su voz de primavera

y la herencia matancera

que Milanés le legó,

con los versos que prendió

al pecho de los detalles,

a las gibas de las calles

de Simpson al Naranjal,

en cada puente y caudal

de Pueblo Nuevo a Versalles.

 

 

AUSENCIA 

 

Los muros no tienen voz

pero yo sé que te extrañan,

 los puentes nunca me engañan

aunque el silencio es atroz.

Cruzo la calle veloz

tras tu piel de colibrí.

Pregunto donde ofrecí

mi recuerdo a las aceras

(por el pueblo, las riberas)

y nadie sabe de ti.

 

 

OTOÑO

 

Era otoño en tu vestido,

en tu vientre, en las caderas,

en tu andar por las aceras,

en el andar y el sonido.

Era otoño en el latido

de los más cardiacos trechos,

en tus segundos estrechos

sacudidos por la prisa,

en la piel de una sonrisa,

en la sonrisa y tus pechos.

 

 

ANUNCIO SOBRE LA CALLE

 

La ciudad que te publica

soñaba tu editorial,

versión de la prensa vial

donde el amor se amplifica.

Tu declaración implica

entendimiento masivo.

Y en lo común del motivo

cuando la visión es roce

el viajero reconoce

tu sentimiento afectivo.

 

 

REQUIEN POR LOS ESCOLARES

 

El espacio es tan escaso

y tan escaso el vitral

que anda el ritual de la sal

juntando cada fracaso.

No sé bien dónde el ocaso

destiñe al pudor argento,

pero reitero el intento

adosado a la ventana

e imagino otra mañana

llena de luz y de viento.

 

Pongo la fe entre las alas

sin saber si es utopía.

Diseño una poesía

para no escuchar las balas.

Son heridas colegialas

retenidas por la cruz.

Voy descolgando al capuz

imaginario del tiento

para que surcando el viento

vuelva a encenderse la luz.

  

 

PESCA

 

Se flexiona la pestaña

de caña y de clorofila

sobre la versión tranquila

de una sumergida caña.

Tras un instante se empaña

la vocación del espejo.

Y asomada al entrecejo

de la corriente se escucha,

la energía de una trucha

que hace ripios el reflejo.

 

 

CUENTERO

 

Aún lo sostiene el trasnoche

atento del taburete

desenrollando un carrete

de historias en cada noche.

Por albergar un derroche

de recuerdos ni se fue.

Y en el portal que lo ve

anda su costumbre intacta

bebiendo la mancha abstracta

de una taza de café.

 

 

MURO DE CRISTAL

 

Llueve en mi piel. La mañana

se deshidrata. Es febrero.

Calle abajo el aguacero

y el alero que desgrana.

Alguna esperanza vana

mojándose con descuido.

Lo imposible del olvido

tras el muro de cristal.

Mi rostro de manantial.

Mi meditar sumergido.

 

 

LA TARDE 

 

La tarde descorre el velo

 de grises sobre tejados.

Los detalles olvidados

 se oscurecen bajo el cielo.

Del prematuro desvelo

 se siente la pluma inquieta:

un gorrión desde una grieta,

un gorrión sin más gorriones,

un gorrión que sin canciones

se disfraza de poeta.

 

 

LEJOS 

 

Mas allá donde la vela

se va convirtiendo en bruma

el recuerdo de la espuma

 como golondrina vuela.

En el vientre de la estela

 se hace visión el regreso.

Y el desvarío confeso

dibuja tras las pestañas,

con sus ríos y montañas,

la tierra que guarda un beso.

 

 

TRIBULACIONES

 

¿Por qué se esconde la tarde

para ofrecerme lo oscuro?

¿Y la duda y lo inseguro,

por qué me tientan cobarde?

¿Por qué es preciso que aguarde

la tragedia y no ser fuerte?

¿Por qué se rompe la suerte

 y aleja lo que me gusta?

¿Y la muerte que me asusta,

por qué me atisba la muerte?

 

 

ESPECULACIONES 

 

¿Quién le escondió la gaviota

 a la tarde del poema

dejando tras el grafema

 la huella del ala rota?

Y hoy que se pierde en la ignota

 perspectiva de la suerte

sin saber si yace inerte

se especula sin desvelo:

unos piensan en el vuelo

 y otros hablan de su muerte.

   

 

DESTIERRO DE AMOR

 

Claudican con las pestañas

los pernos del desaliento

y la ausencia que es lamento

viste con formas extrañas.

Un infierno de guadañas

cabalga sobre el dolor.

Y se asila en el temor

lo que de la pena insiste

porque no hay cosa más triste

que el destierro de un amor.

 

 

LA CAMA

 

La cama, blanca valija

que exhibe un vocablo lerdo

conserva el grato recuerdo

de una vida de sortija.

De blanco y siempre prolija

se estremece cuando evoca

la suerte que le convoca,

por ser contagio probado,

aquel beso enamorado

que nunca olvida la boca.

 

 

YO SOY…

 

Yo soy el espectro errante

de una cara que no existe,

de alguien que viene y desiste

y habita un mundo lindante.

Soy el lleno de un flamante

habitáculo baldío,

una porción del hastío

queriendo apartar la frente

y un trecho de viejo puente

que anda huérfano de río.

 

 

TORMENTA TRAS LOS CRISTALES

 

Aliterados conciertos

prendían mi noche lenta

con huellas de la tormenta

en los cristales despiertos.

Por los espacios abiertos

temblaban las rajaduras.

Y en el techo de texturas

 de clorofila rendida,

maltrechas por la embestida,

se quebraban sus figuras.

 

 

PESCA

 

A veces de madrugada

trato de pescar la luna

en aguas de la laguna

con un queso de carnada.

Esperando la picada

me pongo a contar estrellas.

Y en la mañana, con huellas

del insomnio retratado,

vuelvo a la casa embriagado

con la luna en mis botellas.

 

 

ORIGEN

 

Antes que Dios, vino el verso

en sus pantalones cortos

preñando con los abortos

úteros de mi universo.

Génesis de lo disperso

sin perspectivas de adiós.

Y cuando al fin llegó Dios

con su presencia divina,

le dijo al verso -¡Camina!

Y echamos a andar los dos.

 

 

MATERNIDAD

 

Madre, que juntas pasiones

desde que el cigoto crece

y tu organismo te ofrece

mensuales confirmaciones.

En ti florecen visiones

más allá de la eclosión.

Y vives esa ilusión

por los siglos repetida,

si el asomo de la vida

se te prende del pezón.

 

 

SONRISAS DE NEÓN 

 

Del salto a la involución

justificando el escollo.

Esbozo del desarrollo

con sonrisas de neón.

Espantos, Armagedón,

utopía del progreso.

La muerte alejando al hueso

del reto de la evidencia.

El fracaso de la esencia

en el fracaso del beso.

 

En un temblor del espanto

la vida absorbe una queja

cuando la muerte refleja

la incapacidad del llanto.

¡Vaya progreso y quebranto

y absurdo de evolución!

¿Podrá existir compasión

asomada a la inocencia?

Se olvidan de la clemencia

las sonrisas de neón.

 

  

FANTASÍA

 

Cabalga un jinete enano

en su corcel de madera

y es más corcel la quimera

que la madera en su mano.

Cabalga por un lejano

paisaje del pensamiento:

sobre un valle de cemento

y el arroyo de la calle

donde el cemento no es valle

y el arroyo es pavimento.

 

 

ARROGANCIA

 

¡Deja tu arrogancia afuera!

Adentro con la humedad

se extingue la vanidad

como una huella cualquiera.

Acostúmbrate a la espera

sin que el letargo te asombre.

Olvida cuál fue tu nombre

porque en la gris sepultura,

aunque parezca locura,

hasta dejas de ser hombre.

 

 

LUNA DE ENERO

 

La luna blanca esperaba

por los pasos del sendero

desabrochándole a enero

la noche que le gastaba.

No siempre todo mostraba,

no siempre todo lucía

pues a ratos se exhibía

como bañada de espuma.

Se esfumaba con la bruma

y sin la bruma volvía.

 

 

 ANHELOS 

 

Cada amanecer un beso

dibujaré en tu sonrisa.

Te besaré con la prisa

que me sujete el regreso.

Y al final de tanto exceso,

si despedirte decides,

me gustaría que cuides

todo el amor que recuerdes,

para que de mí te acuerdes…

para que nunca me olvides.

 

 

VIRGINIDAD 

 

Desnuda pareces más

 virgen que mujer casada.

Tal vez nunca desposada…

puede que seas… ¡Quizás!

Cuando ya desnuda estás

te sueño como mozuela

 frágil (arcángel que vuela

y se detiene en mis brazos).

Te hago dueña de mis trazos

para que el amor no duela.

 

 

CORNADA 

 

El filo de la cornada

 es conmoción carmesí

sobre el ruedo. El frenesí

se deshace en la estocada.

La sed en cada mirada

 tiene un nuevo derrotero

tras el golpe. Un mar gaitero

calla el festejo taurino.

La muerte elude al bovino

y parte con el torero.

 

 

SOY EL MISMO

 

Soy el niño que gastaba

piedras como municiones

defendiendo a los pichones

de la muerte que reptaba.

Soy el mismo que sudaba

sin la huella del zapato,

velocista del estrato

que andaba de nido en nido

resguardando al afligido

de algún posible maltrato.

 

 

MORTANDAD

 

Hay un asomo de muerte,

de una muerte como hollín

desmembrando al balancín

sobre el azulejo inerte.

Hay un anuncio sin suerte

en la foto enmohecida,

de muerte donde la herida

de la pared es lamento,

donde la visión es tiento

y el tiempo viaja sin vida.

 

 

LA FOTO

 

Guardé tu fotografía

en un pliegue del recuerdo

y la foto en desacuerdo

se convirtió en poesía.

Cuando el recuerdo la amplía

más de lirismo le noto

y al exigirle a lo ignoto

que devuelva lo virtual

me sigue mostrando igual

el verso donde la foto.

 

 

EL ECO

 

Vuelvo con mi voz al valle

para jugar con el eco

y el valle resuena hueco

extasiado en el detalle.

El eco espera que calle

mi voz y le corresponde,

repite todo, se esconde,

tartamudea, se amansa

y es tanto lo que se cansa

que a veces ni me responde.

 

 

QUIJOTE

 

Supones que es un gigante

el saludo del molino

mientras le pasa el camino

bajo el vientre a Rocinante.

La batalla de un instante

en los dolores perdura.

Se desploma la armadura

sobre el polvo del sendero.

Llega un sostén de escudero

para tu triste figura.

 

 

LA COMETA

 

Entre las alas del viento

vuela airosa una cometa

como el pájaro que reta

al azul del firmamento.

En abstracción del momento

en su arcoíris te subes

y en la inocencia de clubes

donde anidan fantasías

pierdes noción de los días

cabalgando entre las nubes.

 

 

MALAGRADECIDO

 

El can malagradecido

mueve la cola amistoso

y se muestra tan goloso

que termina complacido.

Una vez que ha conseguido

la merienda apetecida,

le hiere con la mordida

la carne al gentil humano

que iba extendiendo su mano

para darle más comida. 

 

 

ANSIEDAD

 

La voluta me asomaba

a un escenario distante

y entre el humo y el pensante

la inquietud se perfilaba.

Mientras la espera fumaba

sufría mi soledad.

Y en esa debilidad

y el espiritual desgarro

la locura del cigarro

me quemaba la ansiedad.

 

  

LOS ELEGIDOS 

 

Cuéntame gloriosa España

de cada noche en que el verso

hizo grande tu universo

tras otra lírica hazaña.

Dime todo lo que entraña

el recuerdo hecho papel.

Cuéntame más de Miguel,

háblame de Federico.

Con Antonio multiplico

las glorias de aquel vergel.

 

Cuéntame tierra española

de tus poetas de antaño

crecidos por el tamaño

épico de tu arteriola.

Dime de aquel que tremola.

como bandera que exalta.

Cuéntame cuánto te falta

de Juan Ramón, cuando el tiento

del verso pasa en el viento

siendo la luna tan alta. 

 

 

RECUERDOS NOCTÁMBULOS

 

La luna narraba el cuento

asomada a mis juguetes

tocando con sus cachetes

el encanto del momento.

El sueño borró un fragmento

de fantasía mozuela.

 Y el astro con acuarela,

de colores fascinantes,

guardó en los fríos estantes

todos los cuentos de abuela.

 

 

FILOSOFANDO

 

Es difícil comprender

todo lo que el hombre quiere:

¿Qué sucede cuando muere?

¿Podrá volver a nacer?

Y se queda sin tener

conocimiento cabal,

porque el vivir material

no es fe de un idealista,

ni puede el materialista

entender lo espiritual.

 

 

DESCUBRIMIENTO MACABRO

 

Espanta la fetidez

de los cuerpos desmembrados.

En los huesos quebrantados

hay carroña sin vejez.

De los huesos de esta vez

surge un recuerdo de herida.

Los huesos burda partida,

los huesos donde el abuso,

los huesos en lo confuso

que nunca aclara la vida.

 

 

JUNTO AL PUENTE 

 

 Me devela la estatura

 el arco que desde el puente

se sumerge. Por la frente

se asoma la travesura.

Traigo otra ajena ventura

sujeta donde lo extraño

me apresa. Desde el escaño

percibo el espacio frío

y al arco que junto al río

se asombra de mi tamaño. 

 

 

NO TE RINDAS

 

No te rindas y batalla.

Los que luchan somos más.

¡No desmayes! ¿Dónde irás?

El miedo también se acalla.

No escuches a la metralla

sí dispara. ¡Ven resiste!

¿Te impresiona lo que embiste

con apariencia homicida?

Sujétate de la vida.

No te amilanes. ¡Insiste!

 

 

EL ARCÁNGEL Y YO 

 

Me asusta tanto Miguel

 arcángel de mi otra muerte

distinta. Viajo con suerte

 pues no me descubre aquel.

Tengo un rostro de papel

 traslúcido. Cosa extraña

mi traje negro. Se empaña

la visión del mensajero.

En un mismo derrotero

 soy quien lleva la guadaña.

 

 

 PERFECCIÓN 

 

El trazo. La perfección

resumiendo las facciones.

Contraste de percepciones

en una sola razón.

Sobrada definición

donde soborna el defecto.

Y tras el periplo recto,

mucho más o menos cruel,

la perfección de tu piel

borrándome lo imperfecto.

 

 

ASOMADA

 

Ella asomada al espacio

curioso de la ventana

seduciendo a la mañana

que le contempla despacio.

Su rostro como prefacio

del beso esperando al beso.

Ella con el rostro impreso

en el atisbo a la calle,

como un único detalle,

como un único suceso.

 

 

HERENCIA CAMPESINA

 

Lo que sabe por su herencia

cognitiva el campesino

es intelecto genuino

paralelo con la ciencia.

Y asombra por la solvencia

del lego conocimiento

porque anclado en el intento

de salvar su identidad

niega a la universidad

la pretensión de un asiento.

 

 

CUBANO

 

Cubano dice y le extiende

la mano con la pupila

y la mirada destila

lo que el corazón pretende.

Cubano dice y comprende

la utopía que separa

las aristas y compara

sin denigrar el abrazo

porque la Patria es un trazo

de alguna simbiosis rara.