"Un grano de poesía es suficiente para perfumar un siglo."
José Martí (1853 - 1895) Poeta cubano.
HALLOWEEN
Deja la luz encendida
que es noche de Halloween.
¿No ves allá en el jardín?
¡Hay una sombra escondida!
¿Qué es una invención traída
del temor a la mirada?
¿Y tú no divisas nada?
¿No ves tampoco la cruz?
Bueno, no apagues la luz.
¡No la dejes apagada!
CARRETERA NOCTURNA
Extiende la carretera
sus sombras de negro asfalto,
la estrechez del sobresalto
se abstiene, desacelera.
La ruta acusa, pondera
el haz de la lejanía
(alargue de simetría
alimentando los sueños)
y la noche frunce ceños
queriendo ensanchar la vía.
PREGUNTAS AL VIENTO
El viento te sabe donde
ni la invención te imagina,
palpa tu rostro, se afina,
te silba, luego se esconde,
te habla de mí, te responde
a cada pregunta, así,
provocando desde allí
entre nosotros un tiento.
Porque te conoce, al viento
siempre pregunto por ti.
NOS DIJERON
Nos vendieron el asombro
con rostro de minotauro,
programaron al centauro
a mirarnos sobre el hombro,
nos dijeron que el escombro
se debía a la cruzada,
que la fiebre simulada
colgaba de una sonrisa
y que el esfuerzo o la prisa
no cambiáramos por nada.
POESÍA EXTRAÑA
Que extraña su poesía
emboscada entre las venas
(cauce lírico de penas).
¿Acaso la conocía
cuando el frío le ofrecía
su sutileza de enero?
Se adentra por el sendero
de la sangre consternada
y brota por la mirada
convertida en aguacero.
MARIANELA
¿Dónde andará Marianela
con su derroche de encanto,
el poema y aquel canto
y su uniforme de escuela?
¿Dónde andará la acuarela
de sus ojos sin neblina?
¿Dónde andará la cortina
de su sonrisa espacial?
¿Tendrá un mundo de cristal?
¿Seguirá siendo divina?
MUERTOS
Estamos muertos, tan muertos
que la pasión no respira.
El pulmón de la mentira
nos imagina despiertos.
Estamos muertos, tan yertos
que se escapa la ilusión.
¿Quién crea la confusión?
La muerte olvida el retorno.
Si buscan por el entorno
sabrán que tengo razón.
HONRA AL POETA
Gestaba con adjetivos
sendas de la infinitud,
por la piel de la virtud
sudaba gruesos motivos.
Desde trances adictivos
más solvencia le crecía
y un asombro presumía
entre sombras y letargo.
No era Dios y sin embargo,
a veces se parecía.
ARAÑAZO
Las uñas del aire extienden
sus desvelos, se fusionan
con las ramas que amontonan
lo que las sombras pretenden.
Desde allá, donde descienden
las brumas con otro aliento
se hace viral el intento
imberbe de las estrellas
para tocarle las huellas
al arañazo del viento.
DAMA NOTORIA
Asomándole las horas
a una verdad de probetas,
emulando con profetas
sus hipótesis gestoras.
Contemplando las demoras
diáfanas del firmamento
(ingravidez, viejo intento
por desabrochar escalas),
siempre alimentando galas,
dejando siempre su tiento.
Traducida a ese lenguaje
que insta a la inmortalidad,
publicada en la equidad
que hace igual cada tatuaje.
Zurciendo el mágico traje
de alguna vida ilusoria,
enriqueciendo la historia
con esa luz que le emana,
diseñando otra ventana
desde una vida notoria.
HUELLAS
La huella desnuda extiende
su paso por el milenio
(andar de místico ingenio
que de otro Dios se sorprende).
Hay una raza que pende
de la voz de las espadas,
tiene memorias tatuadas
entre frondas y llanuras
y son sus pechos suturas
y sus miserias sagradas.
La huella desnuda afina
su marimba de ilusiones,
reitera con tradiciones
lo que el tiempo no termina.
Allá en la techumbre andina
platica con las estrellas,
le dice de sus querellas
adosadas al progreso
y rinde culto a otro hueso
y vuelve a forjar más huellas.
FALSO DIOS
Hablan de su nazareno
y él se presenta inmortal
(en su soporte virtual
parece ser como ajeno).
Intentan clonarlo bueno
(así son sus fantasías)
y atentos a profecías
de una raza que despierta
pretenden cruzar la puerta
siguiendo al falso Mesías.
IGNORADO
Aquella se olvida luego
de mi recuerdo tatuado,
pasa callada a mi lado,
como ignorando mi ruego.
Y allí donde me disgrego
su olvido vuelve y me mata.
Aquella que me arrebata
la sonrisa se divierte
cuando ve mi mala suerte
y apenas si se percata.
EPÍLOGO
La luz advierte las botas
del tiempo que se avecina,
su tarde roja alucina
sobre llamaradas rotas.
El suelo bebe las gotas
que calla la brevedad.
La visión con ansiedad
se ahoga en un trecho escaso
y el apuro del ocaso
se llena de oscuridad.
El color desaparece
(sentencia final del día),
desde la noche que espía
hay un silencio que crece.
El tacto ambiguo le ofrece
a la visión mil suturas
y al contrastar con las duras
expresiones del follaje
(como afirmando su ultraje)
vierte más manchas oscuras.
CORRIDA
Era torero del aire,
de la embestida invernal,
de aquel cuerno tan virtual
que le cortaba el donaire.
Era su riesgo un desaire
al tiento de la estocada.
Y la brisa sobornada
por el halago taurino
mugía con desatino
intentando otra cornada.
RUPTURA
Y después de la ruptura
tangible del pensamiento
la inquietud del testamento
nos dejó sin la sutura,
sin la inocencia madura,
sin palabras todavía,
sin trechos de simpatía
para el espacio del trazo,
sin la visión de un abrazo,
sin pasión, ni poesía.
LA MENTE DEL RETRATO
Algo asomaba remoto
con su pulso de insistencia
(acechanza de la herencia
nostálgica de una foto).
Algo parecía ignoto
y más que ignoto insensato
pues en torno al alegato
del desamor (trance impreso)
vino el asomo de un beso
a la mente del retrato.
JUNTANDO HUELLAS
Tatuando con apagones
la insistencia de la edad,
soñando la brevedad
de esas mismas tentaciones,
desnudando creaciones
con perfiles de botellas,
escondiendo en las estrellas
las cuerdas del pensamiento,
sumando cada momento,
así juntamos las huellas.
LOS MALOS JUNTOS
Vengan todos los villanos
con su sarta de opiniones
colgando las tentaciones
en los anhelos humanos.
Vengan todos los troyanos,
políticos, alquimistas,
vendedores, exorcistas
(con sus dotes actorales),
ladrones piramidales
y falsos nutricionistas.
¿ORTODOXO?
¿Ortodoxo?... No me creo.
¡Lo clásico en poesía!
¿Ortodoxo?... ¡Qué ironía!
A veces creo y no veo.
¿Ortodoxo?... No deseo
afiliarme de neutral.
¿Un dogma? Ningún manual
me ilusiona… ¿Un ortodoxo?
Más bien soy heterodoxo.
¡De veras soy liberal!
INSEGURIDADES
El amor se desfigura
en la distancia que acecha
(trazo de memoria estrecha
sobornando la ruptura).
A veces nada perdura
de aquel amor que partió
y la duda que brotó
en lo inseguro se esconde.
Mañana… quién sabe dónde…,
pasado puede que no.
ATARDECER
El ripio de la mirada
inventando letanías
de sombras, asimetrías,
la perfección mutilada.
Otra secuencia velada
resumiendo dejaciones
y la tarde sin balcones,
eternizada sin vuelos,
gestando trampas de cielos
para apagar sus pistones.
En América vistió
de trajes más bien sencillos
llenando sus diez bolsillos
con el verso que emigró.
En cada tierra dejó
huellas imperecederas.
Y hoy que sus formas viajeras
tienen prácticas orales
diferentes, sus anales
honran distintas banderas.
BANDADA
Honrando más al donaire
que al impulso de la pluma,
replicados por la suma
que se acelera en el aire.
Atestiguando el desaire
al embrujo del sustento,
mostrando un rígido aliento
a la ruta que han trazado
(arpegios del emigrado
graznido), surcando el viento.
Apresurando el retrato
abrupto del litoral,
domesticando la sal
en un sabor insensato.
Desechando el más mediato
recurso (del que sediento
guarda en el ala el tormento)
para que siga obstinada
la ilusión de la bandada,
sin pausas, surcando el viento.
PINTURA DE ABRIL
Abril sujeta la brida
de la nube que revienta,
el temblor de la tormenta
calma la sed que se olvida.
Abril sujeta la huída
del alisio forastero
y el concierto del alero
(agonía que se fragua)
con más arpegios del agua
acompaña al aguacero.
Abril, menguándole ardores
al instinto celestial
(magia sujeta al cristal,
al cristal de los vapores).
Abril menguando estertores
al mutismo que se adhiere,
porque el silencio refiere
la agonía del enlace
cuando una sombra le nace
a la tarde que se muere.
REBELIÓN
Los demonios les fracturan
los sueños a sus carnadas,
con memorias oxidadas
vuelven a intentar, se apuran.
Las heridas no suturan
donde el cielo se quebró,
llueve donde ayer llovió
y al muro, ya sin poetas,
lo derriban las trompetas
sonadas en Jericó.
A MEDIO VESTIR
Anduvo… a medio vestir
se exhibió tras la vidriera,
como otra brisa de afuera
transitó por mi latir.
Su anuncio, sin sonreír,
fue más que parto de un hueso.
Anduvo en gesto confeso,
señuelo de la mirada,
con esa pose imantada
que solo imagina un beso.
OLEAJE
Su voz se gesta en el aire
ascendiendo por las puntas
donde se entremezclan juntas
cabalgatas del donaire.
La calma cede al desaire
que entre bramidos tremola
y es el mar que se acrisola
(belleza no sin espantos)
la unidad de mil quebrantos
donde se tuerce una ola.
Allá ruge el torbellino
con sus reflejos de plata
dando a la tarde escarlata
su toque de desatino.
Y el ascenso que es albino
reflujo que el aire invoca
cuando al final se desboca
(trazo de viento y marea),
una y otra vez golpea
y se esparce cuando toca.
LA VIGILIA
La vigilia le asegura
alucinar a la mente
y es la visión insipiente
lo que el delirio apresura.
Tras el insomnio perdura
la obsesión, hay neuronales
supuestos y sin causales
cuando ingresa la mañana,
se aferran a la ventana
las dudas de los cristales.
DECIBELES
Grito a la tarde y la voz
en su doble percutir
se pierde tras el latir
de un invisible altavoz.
Tras el reflejo veloz
el valle parece hueco
y luego un rumor enteco
se disemina y se apaga
cuando el silencio se traga
los decibeles del eco.
BORRADOR
Ponderó, la lejanía,
lo que ampliaba el almanaque
desabrochando su ataque
(de tiempo y de carestía).
Promulgó la teoría
del olvido que gestó
y en la ausencia que engendró
dejó que la edad pasara
para que el tiempo borrara
lo que el amor no borró.
DESNUDA EN LA ARENA
Baila desnuda y la arena
reitera todos sus pasos
como llenando de ocasos
la huella que le es ajena.
Ella más se desordena
y la luna la retrata
mientras de la piel mulata
(asombro de caracolas)
le brotan como a las olas
irradiaciones de plata.
INVASIONES
Sus legiones nos devoran
todos los panes y peces
(los milagros de otras veces
en estos tiempos demoran).
Las plegarias cuando afloran
se quejan de más fatigas.
Presumen ser enemigas
costillas del mismo antojo
y entre despojo y despojo
nos aplastan las hormigas.
DETRACTORES
Algunos, los detractores,
disfrutaron mi partida
como si el tiempo y la vida
borraran los conectores.
Pretendiendo ser mejores
disimulaban sus modos
ocultos tras los recodos
donde ayer los descubrí.
Ellos cansados de mí
y yo cansado de todos.
QUILLOTRA
¿Por dónde llegas quillotra
de mil tatuajes de arena?
¿Te trae la ola que llena
la playa gris… o eres otra?
Tu reflujo desempotra
los recuerdos del verano
pasado. Sin ser carpiano
el tacto lo palpa todo.
Entre la arena y el lodo
se vuelve espuma tu mano.
ACUSACIONES
La lluvia parece sal,
empeño del odio insano
con que se moja a un hermano
(como un puñal de cristal).
La lluvia en el lodazal
entre amenazas inciertas,
dejando huellas abiertas
tras el sentir del enojo,
amplificando el cerrojo
que cierra todas las puertas.
CIUDAD VIEJA
La ciudad vieja, las calles,
sus rapsodas de tejados,
recuerdos petrificados
rememorando detalles,
las estatuas (grises talles
de sirenas asustadas),
parques sucios, profanadas
vitrinas sin anaqueles
y la voz de los lebreles
del viento con sus llamadas.
INVOCACIÓN
Que extraña resignación
hay en esto de invocarte
que no dejo de llamarte
sí busco una solución.
Que desmedida abstracción
gesta el proceso virtual
para que tras el ritual,
sed del reclamo que advierte,
pretenda cambiar mi suerte
con tu venia celestial.
LA FUGA DE LOS POETAS
Se esfuman de la escritura
inmortalizando al eco,
casi hilvanado lo hueco
con el don de su sutura.
De las fugas se murmura
vuelan al ente divino
(trayecto del pergamino
al pensamiento virtual,
de cada Dios terrenal
a un mismo eterno genuino).
Se fugan los elegidos
del asedio de la muerte
aunque por su cuerpo inerte
no asomen más los latidos.
Retornan, ya consentidos,
ratificando el escaño
por ese periplo extraño
(mezcla de ayer y futuro)
buscando aislar de lo oscuro
la apreciación del rebaño.
ESCULTOR DE PALABRAS
Con la magia se asomaba
a otra galaxia distante,
tras un vuelo desafiante
entre pájaros volaba.
Al espacio le insinuaba
su vocación por las flores.
Se dormía en los albores
difusos de cada estrella,
siempre dejando su huella
al pie de más resplandores.
Pulía todos los versos
con el filo de la edad,
desgranaba otra verdad
sobre absortos universos.
Grababa con los diversos
aciertos de la ruleta,
como inventando la treta
para esculpir un tatuaje.
Dios guardado en su celaje
al fin lo llamó poeta.
DICTADURA
Gesto de garra y colmillo
sobre escápulas de sal,
agonía en el cristal
bajo el odio de un martillo.
Inclemencia del pestillo
que pide su absolución.
Sobre el yunque otra versión
de calvario y sepultura
(la añejada dentadura
mastica la transición).
DIVINA
Su cuerpo viste de otoño,
se desnuda, se diluye
y sin esfuerzos afluye
oliendo a verde retoño.
Se muestra como el bisoño
gesto de la serpentina
que ilusiona en su divina
aparición de espiral,
tan desnuda y tan sensual,
tan mujer y tan divina.
LA COLMENA
¡Qué angustia por la colmena
ha dejado el Minotauro!
En el eco que restauro
su voz me parece ajena.
¿Qué desmedida condena
deshidrató los panales?
¡Cuántas penas espaciales
vistiendo tantos horrores!
Ya nunca más nuestras flores
para las mieles virtuales.
¿Qué absurdo de colmenero
nos hizo amarga la miel?
(Para lo fiel y el infiel
basta el enfoque extranjero).
El susto del derrotero
ha libado de esta pena.
¡Qué ajena sin ser ajena
la suerte que nos separa!
Y el tártano (cosa rara)
hizo frágil la colmena.
CELOS
Laceran como cuchillos
las dudas del pensamiento,
les inventan su momento
a los gestos más sencillos.
Cuando el recelo es de anillos
las dudas siembran dolor
y lo que intuye el postor,
solo por simple sospecha,
hay instantes que es la flecha
con que se mata al amor.
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