MIS AMIGOS POETAS
DONACIANO BUENO DIEZ
ESPAÑA
Disfraz no uso, seudónimo no tengo,
que siempre voy mirando hacia adelante,
presumo del humor y de talante,
donde otros piensan ir de allí yo vengo.
No soy, aunque parezca, presumido,
ni estirado lo soy, ni uso turbante,
tan solo agradecido a haber vivido
día a día, al minuto en cada instante.
Adoro a mi familia, a mis amigos,
a aquellos son sinceros yo les amo
y en versos mi cariño lo derramo.
Pues solo soy aquello que persigo,
mi único dios se apoda ser humano,
soy Bueno Diez, me llamo Donaciano.
HOY PREGUNTÉ A MI PERRO
Hoy pregunté a mi perro por su vida,
quería conocer si se acordaba
del tiempo cuando niño, en qué jugaba,
si acaso fue feliz. Si en su guarida
tenía qué comer. Que me comente
detalles de su pueblo, sus amigos,
su madre, su amenaza y sus castigos,
pidiéndole que fuera diligente.
Si tuvo más hermanos, si aun mantiene
contacto con los mismos, cómo están,
si un día, cuando muera, ellos vendrán,
o solo si lo harán si les conviene.
Me diga si sus padres le quisieron
es más, si les recuerda por sus mimos,
si acaso congeniaba con sus primos
si cuando fue de casa lo sintieron.
Mas el no respondió que es muy ladino,
nervioso, se me puso allí a ladrar,
no sabe o no me quiso contestar
o entiende que yo fuera un adivino.
Después se me abrazó, se me echó encima
pidiendome perdón se echó a llorar,
fue tanto que le tuve que calmar
de solo recordarlo hoy me da grima.
Los perros no disfrutan de memoria
no existe ni hay pasado ni futuro,
ni busques pues tropiezas contra un muro
pregunta donde sepan de su historia.
Mi perro mea y alza la patita,
me mira come y calla, su respuesta
se debe conocer por una encuesta.
que a veces si preguntas va y vomita.
AL AMOR A SECAS
A ese amor que no se encuentra,
el mismo, al que se ha perdido,
al que sabes nunca ha sido,
que su amor no trae a cuenta.
Al que al alma la revienta
pues quisiste y no te quiso,
a aquel que surgió remiso
y al amor no representa.
Al que alguno se lo inventa
o que fue dubitativo,
al que huyó, o al fugitivo
que te cantó las cuarenta.
A ese amor que no fue amor,
no pasó de un pasatiempo,
pues surgió en un mal momento
sin dejarte un mal dolor.
A ese malo, retorcido,
el que tú no te mereces,
que empezó con sus sandeces
y acabó dando un ladrido.
Al suave, ese delicado
que en tus labios, tus mejillas
se colgaba, maravillas
y al final ya te ha olvidado.
A ese amor tan impreciso
que surgió como una estrella
tan radiante luz, tan bella
la que sólo fue un inciso.
A ese amor empedernido,
el que nunca se atraganta,
se hace un nudo en la garganta
pues que nunca está dormido.
A ese que no te gustaba
y en tu cama se metió
con su sexo engatusó
y por siempre te atrapaba.
A ese que nunca alcanzaste
con el cual siempre has soñado,
el único que ha quedado
el más fiel, que no fue al traste.
A todos sin distinción
por sus motivos diversos
aquí dedico estos versos
y a todos pido perdón.
Pues se sabe, el corazón
a sufrir no se acomoda,
y así fuera éste rapsoda
nunca él hace una excepción.
SER FELIZ NO ES CUALQUIER COSA
Ser feliz no es, amable o complaciente,
a este mundo subirle a los altares,
y esconder si es que ves que llueve a mares
tu mirada al pasar, no ver de frente.
Ser feliz no es palparse la chequera
y así hacer de la vida un pasatiempo,
ni es gozar la pitanza, ni el sustento,
pues feliz puede serlo así cualquiera.
Ser feliz no ha lugar si es perseguir
a la suerte cual fuera una alimaña,
ni creer de esta vida esa patraña
que te anima con fuerzas a seguir.
Yo, que admito que un día fui feliz,
a menudo me acuerdo de ese día,
fue tan fuerte el amor que moriría
por hacer de ese sueño hoy su aprendiz.
Y es que entonces vivía yo en Madrid
-ya se sabe que de Madrid al cielo-,
yo me fui, no me sirve de consuelo,
mas compruebo que aun siento su barniz.
EL LOCO PANERO
Cuentan del loco Panero
que un día fue al editor
y le espetó: vea señor,
aquí le traigo un florero
y en el mismo hay una flor.
El editor recelando
al ver que un papel sacaba
pensó que un tonto del haba
a él se la estaba dando
mientras un ojo guiñaba.
¡Vive dios, a ver que es eso!
dijo esforzando el gaznate
a ver, menudo dislate,
mas me gusta, que es avieso,
es distinto, un disparate,
que es digno del mejor vate,
es perfecto, original,
no he visto en tiempo otro igual.
Sin hacer ningún regate
le felicito, chaval.
Aquí tiene mil pesetas
y otros tantos de la lana
le daré cada semana.
Le prometo, que a poetas
no les pago con tal gana.
De este modo, de esta guisa
cada viernes puntualmente
el poeta aun incipiente
se dio a conocer. Premisa:
creer y ser insistente.
FABIO ROBLES MARTÍNEZ
COSTA RICA
UN NUEVO SER
Buscaba el peregrino la senda verdadera,
aquel claro camino sin ninguna frontera.
Se separó en su vida meramente mundana,
la moral fue su brida, lo espiritual su diana,
la que mantuvo asida con decisión ufana
quedando el alma ungida de la paz meridiana.
De su sabiduría debemos aprender,
debe venir el día de un nuevo amanecer.
Buscar sin desatino la monumental era
con la paz adherida, que dé brillo al mañana,
para que con porfía resurja un nuevo ser.
El manto de la noche se mostraba
vistiendo con sus fúlgidos aceros,
la luna con paciencia contemplaba
los besos amorosos lisonjeros.
El día todavía no llegaba,
el alba un yacimiento de luceros
que ansiosa por levante despuntaba
pintando de blancura los senderos.
Un marco colorido alucinante
mostraba una pareja palpitante
viviendo intensamente su pasión.
Pasión que como elixir embriagante
lanzaba un sentimiento fulgurante
que fue flecha candente al corazón.
EL PADRE
El padre siente emoción
cuando a sus hijos observa
y por siempre los conserva
atados al corazón.
Para el niño es el bastión
impregnado de ternura,
una fuente de ventura,
que lo llena de alegría,
disfrutada con porfía
y transformada en locura.
El padre brinda su brazo
si el hijo lo necesita
y con ánimo lo incita
a romper el hosco lazo.
Con su caluroso abrazo
le transmite la esperanza
de mirar en lontananza
un futuro floreciente
fortaleciendo su mente
con palabras de confianza.
Cuando llega a ser anciano
con su andar dificultoso
muchas veces silencioso
se convierte en el decano.
Con su pensar meridiano
justifica a la razón
que le da justa visión
para ser el consejero
con el mensaje certero
de su sabio corazón.
CARMEN DIEZ TORÍO
PALENCIA, ESPAÑA
ENTRE LA ARENA DORADA
Se vistió de mar mi cuerpo,
mi piel de aroma salada
y como una ola fui a buscarte
bajo la noche plateada.
Se vistió de mar tu cuerpo
y entre la arena dorada
besaste mis labios húmedos
repleto de deseo el alma.
Y tus manos recorrieron
mi piel de espuma mojada
y en las rocas de mis pechos
tu cuerpo se cobijaba.
Volaban en mi tus dedos
como una gaviota blanca
que en mi piel hacían su nido
para ocultarse hasta el alba.
Como dos náufragos perdidos
entre la arena dorada
bebimos del más intenso amor
entre la luna plateada.
TE AMARÉ
Como una lluvia que moja cada rincón de tu alma
como el compás de esa música que rompe tu silencio
como una rosa que se abre a la mañana
para robarte cada segundo de tu tiempo
Te amaré
Como el caminante que espera tu llegada
con el corazón desvestido de miedos
con las manos repletas de caricias
y los labios henchidos de besos.
Te amaré
Como el poeta que escribe cada noche
versos de amor en cada rincón de tu cuerpo,
como el naufrago que perdido en el mar
busca anclar en la calma de tu puerto
Te amaré
Con todo lo que soy y lo que no fui
con la realidad y con la locura de los sueños
con mi piel, con mis entrañas, con mis ansias
con la fuerza que mueve el universo
Te amaré
Como un huracán que arrasa tu vida
con el ímpetu que gime el viento
como si ya no existiera el mañana
sin minutos, ni horas solo viviendo cada momento.
y el hoy fuera algo por siempre eterno.
CONTIGO
Tú que te ocultas y escondes
en mi carne ,entre mi cuerpo,
en los pliegues de mi vida,
en la luna de mis sueños.
Que eres el ladrón que roba
cada hora mis pensamientos,
poniéndole a mi vida alas
que van llevándome al cielo.
Tú que en la noche me nombras
Y al nombrarme yo te siento
reposando en mi almohada
susurrándome te quiero.
Tú que eres el corazón
que en mi galopa en el pecho
y me hace temblar como hoja
que sin querer mece el viento,
que eres la lluvia que empapa
mi piel de ardientes anhelos,
que me lleva de la mano
cuando me pesa el silencio
Tu que eres para mi el agua
el oasis del desierto
la sal , azúcar y vida
las estrofas de mis versos
vivir y morir contigo
quiero hasta mi último aliento.
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