“La poesía debe ser un poco seca para que arda bien, y de este modo iluminarnos y calentarnos.”
ESBOZO SURREALISTA
Cabalgo sobre celajes,
reto ausencias. ¡Que ironía!
La noche se torna fría
y me obsequia sus tatuajes.
Los luceros tejen trajes
de absurdos, se muere un mito…
¿Será un segmento infinito
el tramo de mi locura?
La noche se torna oscura…
Yo mientras cabalgo, grito.
INSTANTE
Se besaron, no hubo augurio
que dibujara al mañana,
la noche borró cercana
cualquier sentimiento espurio.
Bajo un trance de mercurio
dilataron sus excesos
e intoxicando a sus huesos
con la magia del derroche
guardaron en una noche
la imagen de muchos besos.
EL DIOS DE LAS HISTORIAS
La sonrisa en el cachete
se llena de fantasía,
el sueño no desconfía
de la voz que le promete.
Boga el pequeño grumete
donde un ponto paralelo
y se inhibe su desvelo
con palabras ilusorias
cuando el Dios de las historias
narra con su voz de abuelo.
TERMES
Los termes desde el calvario
reinventándose en su sal,
con un sabor de panal
perdido en el calendario.
Los termes desde el plenario
que erigen sus excrementos,
burlando gestos sedientos
que abogan por transiciones,
inventado más versiones
para acallar los intentos.
EVOCACIÓN
Subo al desván, me proclama
su aroma de tiempo abstracto,
indago en el inexacto
recuerdo (casi me aclama).
Busco entre cosas, del drama
expone la carta vieja,
colegiala que se queja
del tiempo que nos exprime,
memoria que se reimprime,
ilusión que no me deja.
EN TUS SUELAS
Para calzar tus zapatos
el tiempo me coronó
con dos lauros, le copió
la inocencia a los retratos.
Se tornaron más sensatos
tus desvelos para mí
donde el juguete, crecí
peldaños de otra estatura
y al calzarme con la altura
de tus suelas, entendí.
CONFRONTACIÓN FRATRICIDA
Nacieron en la manada,
crecieron del mismo asomo
y ahora nadie explica cómo
fue su distancia instaurada.
Ni la sonrisa heredada
hizo sus gestos más tiernos,
pues con estrechez de pernos
(fin del abrazo filial)
y entre consignas de sal
rompieron nexos fraternos.
Atrás se fueron gastando
las viejas fotografías
(olvidadas utopías:
un dónde, un tal vez o un cuándo).
Atrás se fue degradando
todo lo que ya no existe
y como piel que resiste
cada página ultrajada,
sin entender casi nada,
el tiempo creció más triste.
El viento que hoy sopla afuera
es consecuencia de adentro,
no siempre es el mismo encuentro
del viento con la bandera.
El viento que se reitera
se reitera ambivalente
porque afirma y es renuente,
porque penetra y no pasa
y si intenta abrir la casa
también les derriba el puente.
ANDANZAS
La luz anda confidente
añorando el parpadeo,
el contagio del deseo
en cada objeto adyacente,
un antojo de la mente
donde la sábana invoca,
el espejo que provoca
tras el dorso del desnudo
y yo besando en un nudo
la ingravidez de tu boca.
PARTIDA
Anoche partió, se fue,
iba gastando miradas
por las calles apagadas,
a su visión me aferré.
Angustiado pregoné
la devoción por su estrella
e incorporando mi huella
a sus virtuales formatos,
como clonando zapatos,
me marché, también, tras ella.
PRESENCIA SENIL
Sorprende a la madrugada
con piropos de café,
testimonios del quinqué
y de la mano mojada.
Por la cortina encorvada
lleva su reuma, camina.
Y el paso que contamina
descubre acordes cercanos
como trayendo en las manos
los ruidos de la cocina.
PAISAJE
Mas abajo la imprecisa
fotografía del río,
la marchitez del estío
sobre la verde camisa,
las bandadas con la prisa
alborotando en el monte,
la exquisitez de un sinsonte
expuesta en su partitura
y el sol en cada figura
descubriendo al horizonte.
FOTOGRAFÍA LETAL
Como tentando a la suerte
de ser único en la historia
quiso acceder a la gloria
de fotografiar la muerte.
La vio llegar con su inerte
intención, casi imprecisa,
enfocó el lente con prisa
soñando dejar la marca
de su osadía y la parca
posó con una sonrisa.
ASEDIO
Llegan las hordas clamando,
aseverando el acoso.
El suburbio es un mugroso
retrato que va asomando.
Dentro el sitiado gritando,
dejando de ser un necio.
Y en la calle el menosprecio
(la percepción de su ruina)
mientras protegen la esquina
centuriones del desprecio.
DESCANSO GUAJIRO
Le pliega el ala al sombrero
con el molde de las manos,
en los arrastres carpianos
queda un viso del lindero.
El portal (su cenicero)
es más noche que portal
y mientras tras nocturnal
respiro libra al machete
a lomos de un taburete
descansa en la diagonal.
LA DISTANCIA
Temían la lejanía
(de lejos viene el olvido)
y era temor dar sentido
a una nueva cercanía.
El tiempo les excluía
al decir de su ignorancia.
Pero el aire fue fragancia
y hubo paz en el regreso
para los ojos y el beso
se olvidó de la distancia.
VERSO
Verso archivado en la frente
guardando la exactitud
con la métrica virtud
de un poema adolescente,
que al final con el torrente
lírico se precipita
y en una expresión fortuita
que la memoria congela
crece, despunta, devela,
intenta el vuelo y levita.
TRANSICIÓN
Fin del tiempo, la escisión
arrebata los honores,
la ofensa en los sinsabores
sin atino, sin razón.
Pereza de transición
cuando la inquina es custodio.
Odas a un vuelco, episodio
donde al rencor se ejecuta.
Sana el riesgo de la ruta,
se acaba el tiempo del odio.
DUDAS
Lo mira como cansada,
atornillando latidos,
agotando los sentidos
para entender su llegada.
Cual gaviota desolada
vuela en lo gris, se desnuda
el alma cuando se anuda
otro sollozo en el pecho
develando en cada trecho
el espacio de la duda.
FALSO DIOS
Hablan de su nazareno
y él se presenta inmortal
(en su soporte virtual
parece ser como ajeno).
Intentan clonarlo bueno
(así son sus fantasías)
y atentos a profecías
de una raza que despierta
pretenden cruzar la puerta
siguiendo al falso Mesías.
CARICIA
La luna asoma silente
a mi caja de cristal,
con su beso de fanal
se hace desvelo en la frente.
Me canaliza la mente
con tintes de serenata
y cuando al fin se percata
del tiempo con que la acecho
me acaricia sobre el lecho
como una novia de plata.
MIRADA NOCTURNA
Bostezos de estrellas, grillos
pariendo sus partituras
donde las frías texturas,
guardando la noche en trillos.
Luego los grises ovillos
del aire tejiendo nudos
sobre los cedros copudos
y la luna por el lago
disgregando en un enjuago
sus mil reflejos menudos.
ACCIÓN Y REACCIÓN
Se nos mueren los colores
bajo un parche de neblina.
La muerte le contamina
las sonrisas a las flores.
Son los mismos transgresores
a veces con otros lazos,
disimulando en sus brazos
alguna riqueza absurda,
velando la imagen burda
del azul hecho pedazos.
El arte de la bondad
requiere más de sosiego,
el color es el apego
a un latir de identidad.
Reparar la humanidad
es compromiso gestor
(engendro reparador
del aire y la clorofila,
del agua cuando destila,
del sonido y del color).
La magia de la sutura
resarce lo que se pierde,
vuelve con su acento verde
reparando la ruptura.
Del esfuerzo que perdura
nace la fe del gandul,
abre puertas el baúl
donde se acortan los plazos
y al reintegrar sus retazos
el mundo se torna azul.
APRENDIZ
Cabalgo la imperfección
intentando torbellinos
y entre tantos desatinos
asfixio la creación.
Y al final la negación
llega en el verso y me reta
y a mi espalda se sujeta
demostrando mientras voy
que en realidad lo que soy
es aprendiz de poeta.
FORTUNA
Ayer pasaba y la vi
hilvanando en la ventana
una alegría temprana,
con su sonrisa me fui.
Y fue obsesión para mí
el gesto agradable y lerdo
porque sujeta al izquierdo
pensamiento que improvisa
me llevé con su sonrisa
la fortuna del recuerdo.
SIAMESES
El banco, cita del beso,
mezcla eterna de siluetas
donde dos manos sujetas
funden un amor confeso.
Luego el andar, el regreso
sin la prisa de los pies,
el nuevo beso y después
los cuerpos entrelazados
con sus tientos demorados
en un intento siamés.
LA FOTO DEL BESO
Se casaron con el beso
impresionando al retrato
luego un tiempo menos grato
del amor trajo el deceso.
Cuando concluyó el suceso
del divorcio fue sequía
su relación, pero hoy día,
aunque el romance está roto,
para el que mira la foto
son amantes todavía.
EL MIEDO
El miedo con el apuro
le puso larga la cara
y la imagen que era clara
contrastaba con el muro.
Cruzó el callejón oscuro
mientras con alas corría
y al rozar la apoplejía
(pena ficticia que fue)
fue tan grande el susto que
no ha parado todavía.
EL BESO DE LAS MANOS
Era el roce de sus manos
anhelado como un beso
(un beso virtual confeso
de los espasmos carpianos).
Sus sentimientos humanos
con los dedos se besaban,
las palabras que callaban
decían más y las bocas,
perturbadas como pocas,
de las manos se celaban.
LA MADRE DEL PELIRROJO
La madre desde el portal
lo alcanza con el reproche
y aquel descubre a la noche
por el brillo del fanal.
De la ausencia matinal
el día guarda el tamaño.
Y ella, juzgando de extraño
el modo del pelirrojo,
le dicta con todo enojo
la métrica de un regaño.
LA FUGA DE LOS AMIGOS
Es un vacío de extraños
sentimientos y de apuestas,
andan las lágrimas puestas
en la suma de los años.
Exijo a los desengaños
que dejen de ser testigos.
Me pregunto: ¿Y los abrigos,
por qué no atrapan inviernos?
Sufro de insomnios eternos…
se están yendo mis amigos.
SIEMPRE TÚ
La paz de la luna, el trazo
cóncavo de su silueta,
la visión que aún nos sujeta,
el tiento de nuestro abrazo.
El beso como un pedazo
de fuego sobre el tabú,
la voz del viejo bambú
que cita en el arroyuelo,
la inocencia sobre el suelo
y tú, y tú, siempre tú.
SIMULADO
Poco, por siempre, trasciende,
graba el recuerdo, se hospeda
y así pasa y así queda
(con otra visión sorprende).
Cuando un ciclo se destiende
a veces vuelve longevo
el tiempo, sin ser relevo
para un futuro mejor,
escondiendo lo peor
mientras simula ser nuevo.
OLVIDO
Despierta sin que la mente
repita el terco recuerdo
y después de un tiempo lerdo
viste la memoria ausente.
Se aflige porque insipiente,
apenas si puede verla
donde solía tenerla
(a la que olvidara el nido).
¡Ya no lacera su olvido!
¡Lo que duele es no quererla!
EQUIVOCADO
Los corceles del engaño
cabalgan la gesta abstracta,
la verdad es inexacta
cuando no muestra el tamaño.
Hay quien le esconde al escaño
la intención por la que aspira.
Para un ente que se estira
no hay nada que sobresalga
sí equivocado cabalga
el corcel de la mentira.
HUEVO ROTO
Vuelven las bestias tatuando
con plomos nuestras entrañas,
se despabilan patrañas
de cada cuerpo sangrando.
La voz se le va oxidando
en la pared, a una foto.
Se extingue el culto devoto
por el ente aparecido.
¿Cómo reconstruye el nido
un sueño de huevo roto?
NOSTALGIA
A veces vuelve desnuda
seduciendo mil visiones,
repitiendo otras razones
para convencer la duda.
A veces vuelve y anuda
del tiempo su lado izquierdo
y el tiempo que indaga lerdo
viaja al adiós que la nombra.
(Se marchó, pero su sombra
sigue tiñendo un recuerdo.
JINETERA
Por el guiño de la falda
asoma la seducción.
Los ojos del malecón
son resortes de una espalda.
Un destello de guirnalda
le acaricia la cadera
que mueve. La primavera
de la sonrisa es el puente
y con piel de adolescente
se estrena de jinetera.
Hoy es un día de sexo
desprotegido. Le duele
la habitación donde huele
a cannabis. ¡Solo un nexo!
Desde el recuerdo convexo
la pasión vuelve y emana.
Hace el amor, tan lejana,
sin besos y sin condón.
Un extraño cincuentón
se apropia de su manzana.
Al fin se calma el resuello
y una frase que no entiende.
La viagra vuelve y extiende
la sábana en su atropello.
El desgano tras el cuello
que se aparta. La retina
asombrada cuando atina
a mirar la billetera.
¡Con tantos fulas cualquiera!
Sonríe y se contamina.
OTOÑO EN LA MUSA
La musa se agota, escasa
experimenta el aborto
y se duele de lo corto
del tiempo que no retrasa.
Hasta del verso que pasa
añora su revivir
y su ilusión de parir
se deshidrata, se abstiene
y en un temblor se detiene
sin apenas escribir.
JEROGLÍFICOS
Su poesía cifrada
destituye viejos versos,
inventa más universos,
deja una impronta tatuada.
Y el poeta (inacabada
intención de otra osadía)
persiste con sintonía
develando los rimados
jeroglíficos grabados
al sur de su poesía.
ENTREGA
Asciende, la adrenalina
apura sus pretensiones,
desnuda y sin objeciones
el amor la contamina.
Gime de placer, divina
se diluye en el exceso
donde el dibujo del hueso
muestra la piel agitada
y el brillo de la mirada
se adormece con un beso.
ESCENA
Pasa el camino rural
por la garganta del puente,
casi tocando la mente
al imberbe guayabal.
Debajo cruza el caudal
con temblor de simetría
y un murmullo (sinfonía)
de cañabravas resuena
mientras que el alba se llena
o la tarde se vacía.
EL ECO
El grito se disemina
y en la acústica regresa,
cansado de la sorpresa
se va extinguiendo, termina.
En otro intento se afina,
persiguiendo el acomodo
que le de acceso al recodo
de algún espacio más hueco
por donde pasar y el eco
lo va repitiendo todo.
EL PISO NUEVE
La calle, el recibidor
preservando los secretos,
más recuerdos incompletos
junto al vetusto ascensor.
La subida hasta el amor
(interminable subida),
luego la sed compartida
que de mirarse se atreve,
la llegada al piso nueve
y en el nueve, la guarida.
SILENCIO
¿¡Silencio!?... resulta atroz
no escucharte en los sonidos
(la voz que viene entre ruidos
es otra voz, no es tu voz).
En la acústica veloz
el sonido descalabra
y sin modos que reabra
el diapasón de tu acento
puedo escuchar solo al viento
(sin tu voz, sin tu palabra).
LA DUDA
Hay chance para la duda…
no se si vas a quedarte…
puede que vuelva a juntarte
la misma tarde desnuda.
Tal vez y sea tozuda
tu vocación por el frío
y siga yo en el estío
(tramo de sal y viñetas)
copiando de otros poetas
un manuscrito vacío.
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